Bianditz extendida y la Salamandra route

El coche lo dejamos en el parking de Altzibar, y la primera subida ya la conocemos bien. Primero bidegorri, luego pista de cemento, para acabar en pista de tierra hasta llegar a la carretera del alto de Bianditz. 7km en 55' a buen ritmo. Unos metros de asfalto para salirnos de nuevo a crestear el cordal de Bianditz. Tras una primera subida criminal por campa en la que andar zigzageando para reducir el % de desnivel, entramos en un sendero con un par de pasos técnicos que obligarán a desmontar brevemente al 90% de los mortales. Nos pilla día con niebla e intuímos las Landas a nuestra izquierda, con un día despejado tiene que ser precioso.

Llegamos a la cumbre de Bianditz, con un bonito tambor y una cruz a modo de buzón, y seguimos la cresta para luego girar 180º y retornar hacia la casa del guarda por un precioso sendero entre el hayedo. El inicio es un breve empujabike, pero luego se disfruta del falso llano con breves repechos. Tras pasar la casa del guarda seguimos hacia el sur por una pista, en lugar de remontar la carretera como otras veces. Enseguida el track nos llevará a mano derecha por una pista que se va senderizando para convertirse en un sendero que sigue un antiguo trazado de tren, con túnel incluido (no hay luz, pero se pasa bien con el móvil, está en buen estado).

Seguimos un poco más por pista hasta llegar a un tramo de bajada muy inclinado donde tendremos que bajar con precaución hasta atravesar un arroyo de cuento. Seguiremos por una pista hasta desviarnos de nuevo por el sendero "broken bridges", que es, de nuevo, el trazado del tren. Es un sendero con restos de antiguos puentes del tren, muy húmedo, con breves porteos al atravesar regatas, pero visualmente espectacular. Una pasada. Tras ancharse la pista, desembocamos a la pista de subida por la que hemos subido hace un rato.

Remontaremos hasta abandonar la pista a mano derecha para subir hasta el inicio de la Salamandra, una larguísima y completísima bajada que nos llevará hará gozar en los tramos de flow, y retorcer la bici en los tramos más enrevesados. Es una bajada con tramos rojos, de ahí la dificultad de la ruta, aunque no es ni mucho menos roja toda ella. En algunas zonas, cuesta ver el camino por los helechos crecidos en esta época del año, pero vamos, nada que sea diferente a lo que ocurre en verano en muchos senderos del Cantábrico. Una vez llegados al río Karrika, lo seguiremos por su margen derecha por una pista/sendero hasta llegar al barrio de Karrika, donde hemos empezado la subida hace unas horas.

Ruta paisajísticamente preciosa, con tramos muy bonitos de sendero de todo tipo y un fin de fiesta un pelín más endurero que no me deja ponerlo como de dificultad moderada.