PR-AV 49 Sendero de las Cinco Villas route

Paseando por esta senda encontraremos un lugar donde hombre y naturaleza han cooperado para lograr un armonioso mosaico de cultivos y vegetación natural: olivares, viñedos, castañares, huertos, riberas de ríos y arroyos, fresnedas, prados.

Pero además, esta ruta le brinda la oportunidad de conocer las cinco localidades que forman el Barranco de las Cinco Villas: Mombeltrán, Cuevas del Valle, Villarejo del Valle, San Esteban del Valle y Santa Cruz del Valle. Podrás ver su castillo, sus iglesias, sus casas tradicionales, calles con recuerdos centenarios, respirarár su aroma y conocer a sus gentes.

Todas la localidades tienen panel de inicio de sendero.

Todo el recorrido está bien señalizado, balizas de madera con placa identificativa de pequeño sendero circular, PRC-AV 49 y marcas de pintura de pequeño recorrido.

Encontraremos Ocho fuentes en el camino, más las que encontraremos en las localidades por donde pasa el sendero. Podemos hacer una parte de la senda utilizando como enlace el camino de cemento que une Mombeltrán con San Estebán.

Entre Cuevas y Mombeltrán podemos bajar por la Cañada Real Leonesa Occidental. Un camino imprescindible. Es una de las vías pecuarias más importantes de Castilla. Por ella se puede atravesar el Sistema Central y llegar hasta Extremadura. Algo casi imposible de hacer desde otros puntos y que la ha convertido en un paso obligado desde el inicio de los tiempos.

Aprovecha cualquier mirador que te ofrezca esta ruta para observar y te encontrarás con un paisaje transformado desde hace mil años.

Nuestros antepasados construyeron centenares de kilómetros de muros de piedra para cultivar sobre agrestes laderas, rozaron el monte para conseguir pastos y plantaron pinos para obtener madera y resina. Mezclaron sus cultivos con la vegetación natural de robles, quejigos, fresnos, alisos y matorrales; y consiguieron un rico y complejo mosaico, mitad silvestre, mitad natural, donde la monotonía no tiene cabida.

Los bancales que puedes ver aquí no soportan tan sólo a olivos, viñas, higueras y huertos: en los huecos de entre sus piedras se refugian aves, reptiles, anfibios, insectos e incluso pequeños mamíferos que encuentran un lugar óptimo donde hacer sus nidos y madrigueras.